Columnista: Pedro Pablo De Antuñano Padilla
Desde Santa Mónica, California.
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Las elecciones intermedias de 2021 parecieran predestinadas al choque de trenes, donde estás con dios o con el diablo. Así lo quieren hacer creer los grandes intereses que se disputan los bienes de producción en el país.
Por un lado, quienes detentan el poder político han caracterizado, estigmatizado y desprestigiado a quienes no comparten la nueva correlación de intereses. Por otro lado, quienes perdieron sus privilegios se han convertido en golpistas en activo cuyo proyecto es simplemente golpear, sabotear y derrocar al gobierno en funciones.
En esa polaridad se ha lanzado el emplazamiento tácito a todos los sectores y actores a “tomar partido”
Unos, para defender una transformación que nada transforma y otros, para regresar al régimen de privilegios y complicidades.
Pero, dividir al país, ¿es un proyecto de país? Yo pienso que no; hemos desperdiciado dos años del sexenio debatiendo frivolidades, nimiedades y superficialidades.
Hemos renunciado al debate de fondo, al de agenda parlamentaria, al de políticas públicas y de Estado. Y eso revela, entre otras cosas que los políticos tradicionales no pretenden realmente resolver los problemas que aquejan a la ciudadanía, lo único que pretenden es ocupar los cargos para beneficiarse personal y grupalmente. Es por ello que ni el cambio de Fox, ni la 4T han logrado mover los indicadores duros de desarrollo humano. Estamos, cómo al principio.
Es por ello, que hay que entender que la discusión sobre sistema político es uno y el debate sobre régimen político es otro, es difícil de entender cuando aún hay personas que no identifican la diferencia entre gobierno y Estado. Pero hay que abordarlo.
En cuanto al sistema de partidos, es preciso poner a debate que se termine el financiamiento público para estos instrumentos de participación política y reglamentar la participación con recursos propios y de militantes, fiscalizando la limpieza por la autoridad electoral.
De igual manera, los congresos deben recortar al mínimo el presupuesto de funcionamiento y los legisladores deben ganar dos salarios mínimos.
El negocio de hacer leyes y traficar influencias debe ser sustituido por el mecanismo permanente de fiscalización y la democracia permanente y participativa.
La agenda ciudadana coyuntural nos obliga a garantizar políticas de Estado que garanticen la seguridad alimentaria, la seguridad sanitaria y la seguridad pública, todo lo demás es solo pan y circo de los políticos tradicionales del siglo pasado.
Los que buscan acomodo en el régimen, los que venderían a su madre por tener una candidatura ganadora y los que matarían por conservar su empleo burocrático, no van resolver los problemas de la agenda ciudadana.
Es por ello que debemos robustecer la capacidad de organización ciudadana independiente, al margen de la lucha de contrarios por una simple razón: México es más que el falso debate entre chairos y fifís, México es más que la vieja lucha de clases marxista entre liberales y conservadores, México es más que dos bloques electorales disputando cómo engañar a la ciudadanía para obtener el voto.
México es un mosaico de voces e identidades, un collage de opiniones y reivindicaciones; México es un abanico multicolor donde Co-existimos varios miles de compatriotas con objetivos diferentes pero que todos y todas vivimos y luchamos bajo la misma bandera y buscamos al final de la historia lo mismo: llevar a la mesa de nuestra casa un plato de comida que mande a nuestros hijos fuertes a ser mejores que nosotros.
Pero lo anterior no lo entienden los políticos tradicionales, es por ello que debemos de lanzar un grito de guerra que defienda la seguridad de nuestras familias por encima de la lucha de intereses que prevalece en el país. Para tal efecto es preciso movilizarnos y hacer ver qué nadie es tan fuerte solo, cómo lo somos todos juntos.
El 4 de octubre nos vamos a movilizar para llamar a la concordia y a la reconciliación pues solo el pluralismo podrá garantizar que todos los mexicanos nos tomemos de la mano y salgamos juntos adelante de esta profunda crisis que azota al mundo entero.
Erradicar la violencia hacia las mujeres, implementar programas de fortalecimiento a la crianza en primera infancia, prevención de violencia, delito y adicciones en adolescente su jóvenes, capacitación y promoción del empleo, asistencia a personas de la tercera edad y discapacitados, nunca más crímenes de odio contra personas con preferencias sexuales diferentes; promover la cultura y el deporte así como el cuidado del medio ambiente deben ser nuestras banderas, no la grilla barata de atacarse entre políticos.
Finalmente agradezco a los 7 partidos políticos que nos han invitado a sus filas. Es un verdadero halago para mi equipo que ha trabajado mucho y yo estoy muy agradecido y comprometido con ellos.
Por ahora nuestra prioridad es respaldar a nuestro Presidente Nacional de RSP durante la fase de impugnación en el INE, nosotros no abandonamos, no traicionamos y no desconocemos. El 4 de octubre fijaremos postura pública sobre nuestro actuar.
