Con el objetivo de superar la crisis hídrica en Nuevo León, el sector industrial de consumo y el gobierno estatal establecieron el compromiso de buscar alternativas para un mejor aprovechamiento del líquido ante los bajos niveles históricos que registran las presas.
A pesar de que el 70 por ciento del consumo de agua se realiza en el sector agrícola, los sectores empresariales de producción de bebidas y refrescos han establecido diversas acciones para abonar a la mitigación de la crisis derivada de la sequía.
Cabe destacar que el sector industrial en su conjunto ocupa el 4% de agua para su producción. Sin embargo, ante el llamado del gobernador de Nuevo León, Samuel García, emprendieron esfuerzos para colaborar en la mitigación de la problemática.
Entre las acciones realizadas, destacan la mejora de procesos de producción y el reabastecimiento de fondos de agua.
Cabe destacar que de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el 76% del agua dulce se destina a uso agrícola; 14% a usos público-urbanos; el 5% para la generación de energía eléctrica y el 4% para la industria.
A pesar de que su consumo sólo abarca el 4 por ciento del total, la industria refresquera ha planteado estrategias cuyo pilar es el cuidado de la gestión y uso eficiente del agua, pues se trata de un bien público, además de que garantiza la continuidad del negocio.
Por ello, establecieron objetivos para sumarse a su conservación, así como iniciativas para el acceso de este recurso en las comunidades.
Según datos de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), durante la última década, las empresas del ramo redujeron entre el 28 y 26 por ciento su consumo de agua.
Por otra parte, la ANPRAC asegura que la industria refresquera aporta a la economía el 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y representa el 2.8% del PIB manufacturero.
La Asociación reportó que durante el periodo comprendido entre 2012 y 2022 las refresqueras afiliadas pasaron de utilizar 1.82 litros de agua por litro de refresco, a 1.38 litros de agua, lo que se traduce en una reducción del 24 por ciento.