Autor: Guillermo Camacho Machuca

Los constelaciones familiares tienen un significado bastante curioso y hasta cierto punto escabroso. Pensar que las energías o vibras de alguien más puedan afectar el comportamiento de uno mismo, de hecho, es difícil de creer.

Probablemente alguno de mis lectores ha conocido o tenido alguna experiencia negativa, pero de forma constante. Me refiero a cometer un error una y otra vez, como  un circulo vicioso del que no se puede salir. Si se conoce a alguien en esta situación o incluso se vive en carne propia, quizá sea momento de buscar una respuesta en el pasado.

Algunos creen que las constelaciones son una especie de campo, en estos se resguarda cierta memoria o energía colectiva (como un archivo en donde se guarda información de todas las personas). En algunas ocasiones, debido al rasgo sanguíneo compartido con otros, nosotros podemos llegar a heredar ciertos comportamientos o conflictos que alguno de nuestros familiares no resolvió.

Es similar a vivir episodios de la vida de otro individuo, incluso se pueden llegar a adoptar pensamientos o sentimientos que no son propios de uno mismo. Así que tal vez la razón por la que alguien no logra estabilidad económica, laboral o emocional se debe a que alguno de sus ancestros no pudo superar el obstáculo, y por desgracia ese legado se transmitió a alguien más.

¿Qué puedo hacer?

Afortunadamente existe una solución para evitar que el pasado familiar siga interfiriendo en el presente.

Para recuperar el control de tu presente existen unas terapias de constelaciones familiares, esta clase de prácticas son realizadas en grupo, también hay un terapeuta que ayuda a encontrar la raíz del problema.

El procedimiento se basa en una serie de preguntas e interpretación de los participantes para lograr que las constelaciones se reparen. Primero se pregunta cuál es el problema y qué efecto ha tenido en la vida del individuo, posteriormente el paciente debe escoger a otros miembros de la terapia para que ellos interpreten el rol de familia. Mientras, el terapeuta debe escuchar y formular preguntas que ayuden a mantener la conversación entre todos los participantes para que el paciente encuentre la razón del problema(s).

Lo que se busca en estas terapias es que de alguna forma, lo que es invisible o borroso se vuelve claro para la persona. Se dice que una vez que se ha  encontrado el problema, el  paciente de alguna forma comienza un estado de sanación interna.

Honestamente no puedo asegurar si estas terapias realmente dan resultados, pero si acaso alguno de mis lectores(as) cree que se encuentra en una situación similar, nunca está de más buscar respuesta en otros lugares.