Por: Said Hernández

Chivas perdió en casa ante los Tuzos con una dolorosa goleada, pero lo peor está por venir para el Rebaño, pues el fin de semana visita ni más ni menos que a las Águilas del América en el Clásico Nacional y con la afición pidiendo el cese de Tomás Boy, algo que a la postre ocurriría.

El Guadalajara vivió quizá la noche más gris de los últimos años, pasó de la euforia por orquestar una remontada momentánea, al punto de la furia y la desesperación por verse rebasados por el cuadro Hidalguense, quienes encontraron en el entrenador rojiblanco al culpable de este desastre y exigir su salida con el grito ‘fuera Boy’.

Marcado por una feria de errores la noche comenzó de color gris para el Rebaño, primero con el gol de Franco Jara, quien abrió el marcador de penalti. No obstante, Isaac Brizuela emparejó las cosas justo antes del final del primer tiempo.

En el arranque del segundo tiempo Chivas ilusionó a su afición con el 2-1 de Alan Pulido con un cabezazo magistral que venció al guardameta Rodrigo Rey, que festejaba la espectacular remontada.

Un mal manejo de partido le costó la igualada a los dirigidos por Tomas Boy; Víctor Guzmán empató a dos tantos, lo que provocó el bajón anímico y fue el preámbulo de la pesadilla. El empate provocó impunidad desorden táctico en el Guadalajara, que en ocho minutos se vio superado tras un error de Antonio Briseño, quien comprometió a Gilberto Sepúlveda con una mala entrega, dejándolo en una mano a mano con Franco Jara, quien no perdonó ante Gudiño y envió el balón a las redes Tapatías.

Con el ánimo por los suelos y la afición en contra, Gudiño se equivocó en la salida y Cardona dio la estocada final, Chivas llega herido al Clásico contra América y sin poder salir del penúltimo lugar de la tabla de cocientes.